El cuadro internacional
Este 1º de Mayo se desarrolla en medio de una crisis mundial del capitalismo como pocas veces se ha visto. La guerra de la OTAN en Ucrania se ha convertido en la antesala de una crisis militar con China, mientras el imperialismo estadounidense impulsa una guerra mundial con la Alianza Atlántica como mascarón de proa.
Los preparativos para extender la guerra incluyen declaraciones sobre la posibilidad del uso de armas nucleares. Mientras tanto la imposibilidad por parte del capital para encontrar una salida a su crisis se expresa en una serie de quiebras de bancos. En vísperas de una fecha tan significativa como el día internacional de los trabajadores el First Republic Bank de Estados Unidos está al borde de una intervención estatal. Con el antecedente de la quiebra de los bancos Silicon Valley Bank, Silvergate Bank, o Signature Bank, en Estados Unidos.En Europa le siguió el paso el Credit Suisse con varios otros en la lista de espera. El capitalismo es incapaz de superar su crisis crónica y las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del COVID mientras agudiza una catástrofe ecológica que amenaza al planeta por la explotación sin límite de los recursos naturales.
Este cuadro se refleja en las crisis económicas y sociales a nivel mundial, crisis de gobiernos y la aparición creciente de rebeliones de las masas en defensa de las mínimas condiciones de vida. Las oleadas de migrantes que tratan de escapar de las guerras, las epidemias y las hambrunas provocadas por la guerra, supera las ocasionadas por la 2º guerra mundial. La lucha por el control de recursos naturales y posiciones estratégicas a escala mundial está provocando la disolución de los estados como el Líbano, Libia, o Yemen. La guerra de la OTAN en Europa es la respuesta del imperialismo a una crisis terminal que sólo encuentra la salida en la carnicería humana por la conquista del espacio económico de Rusia como un primer paso hacia Asia Central y China. Pero como ya ocurrió con la caída de la URSS y los países de Europa del Este, lejos de ser una salida multiplicará las crisis y sumará nuevos frentes consolidando la tendencia a una guerra mundial.
Hoy como nunca la existencia de la humanidad se encuentra amenazada por el régimen económico y social que domina el planeta.
El escenario en España
Desde la asunción del actual gobierno de PSOE-UP la situación de los trabajadores no sólo no ha mejorado, sino que ha empeorado. Lejos de cumplir sus promesas ratificó las leyes antiobreras que se habían comprometido a derogar y provocó una pérdida del poder adquisitivo del 7,8% y, junto al aumento de la precariedad laboral, a los recortes en ayudas, ha aumentado el número de trabajadores por debajo del umbral de pobreza. El gobierno, en el cual Unidas Podemos simula un ala izquierda que dijo estar comprometida con la defensa del sistema público de pensiones, ya ha sancionado 3 leyes para su privatización.
La situación de la mujer, otra gran bandera del gobierno “más feminista de la historia”, resultó ser otra gran mentira. La situación de la mujer trabajadora no sólo no ha mejorado, sino que las diferencias salariales se agudizan, mientras las agresiones y asesinatos no disminuyen. La degradación salarial del trabajo de la mujer es el primer impulsor del sometimiento femenino. La división dentro del gobierno por la ley del “solo sí es sí” es una disyuntiva falsa. Desde luego que el uso de la violencia es un agravante en los delitos sexuales, así como no se puede negar que una relación no consentida es una violación.
Lo que oculta esta polémica es el papel de la judicatura ante la cual el Gobierno se manifiesta impotente al extremo de que el Tribunal Constitucional impide el debate en el senado sobre las condiciones de su renovación. Ambas alas del gobierno retroceden ante la cúpula de la magistratura que blinda un régimen que ha pactado una amnistía frente a los crímenes de la dictadura del régimen de Franco. La emancipación real de la mujer de la brecha de género, de la violencia masculina amparada para justificar la diferencia de salarios, es inherente al capitalismo.
Solo la organización de la mujer en una organización anticapitalista revolucionaria puede abrir paso a la lucha por un futuro de igualdad. Mientras el imperio del capital siga en pie, seguirá la violencia contra la mujer. Es una labor de las asambleas de fábrica y de empresa, de barrios y asociaciones vecinales, la crítica de la violencia del hombre contra la mujer y su condena pública garantizando la integridad física de la mujer con la acción directa en la movilización de masas.
Está claro que el gobierno junto con la derecha, es decir el PP y Vox, a los que dicen combatir, mantienen los pilares del estado monárquico franquista a través de la judicatura del estado, de los privilegios a la iglesia el primer enemigo de cualquier causa de la mujer, de la ley mordaza destinada a la represión de los trabajadores y del aparato represivo destinado a sojuzgar a trabajadores y trabajadoras.
El gobierno “más progresista de la historia” que sigue los dictados del gran capital y del imperialismo de la UE no sólo no ha mejorado alguno de los problemas que dijo que venía a resolver, sino que los ha agravado y más aún a partir de la participación en la guerra de la OTAN, para lo que destinará recursos que saldrán de recortes de las partidas públicas destinadas a sanidad, educación, pensiones y ayudas sociales. El gobierno se desenmascara así como representante del gran capital y del imperialismo y descarga sobre la población trabajadora los costes de la crisis.
El argumento de que con la derecha sería peor lo desmiente el propio gobierno al hacerse cargo del programa de esa derecha.
El gobierno PSOE-UP no podría haber avanzado contra los derechos de los trabajadores si no hubiera contado con la colaboración de las direcciones de las dos principales centrales obreras de CCOO y UGT. El papel de Unidas Podemos en el gobierno tiene el mismo fin, cubrir por la izquierda al PSOE en sus ataques contra los trabajadores.
A pesar de las traiciones de las direcciones sindicales y de Unidas Podemos la clase obrera ha demostrado en innumerables ocasiones su disposición a la lucha como las mujeres de Inditex o los y las trabajadoras de Lidl, las huelgas que se extienden a lo largo y ancho del país….. como las movilizaciones y huelgas de los sanitarios, de los pensionistas, de los estudiantes, y trabajadores de todos los gremios.
En Europa una oleada de huelgas que hacía décadas no se veía respondió a la ofensiva del capital. Las 10 huelgas generales en Francia contra la ley de Macron por el aumento de la edad de jubilación, las grandes huelgas en el Reino Unido de las enfermeras y trabajadores ferroviarios, las huelgas en Alemania, Portugal, Grecia, Italia, o en Suecia y Noruega, van mostrando el camino. Unas luchas que de momento se expresan en los reclamos mas urgentes, pero que tienen como trasfondo la guerra y la crisis del capitalismo. Estas huelgas y rebeliones saltan por sobre las direcciones sindicales traidoras y por sobre la izquierda democratizante abriendo el camino hacia la construcción de nuevas direcciones, de nuevas organizaciones que representen los intereses de la clase obrera.
Hace falta la construcción de una expresión política de esas luchas un partido político que lleve adelante un programa para que la clase obrera tome el poder, termine con el capital y organice una nueva sociedad bajo su dirección.
Por el aumento del salario mínimo y las pensiones a 1200€. Derogación de las reformas laborales y de las leyes que.privatizan el sistema público de pensiones. Defensa de la sanidad pública derogación de la ley 15/97. Derogación de la ley mordaza. No a la brecha de género, igualdad de salarios y pensiones para hombres y mujeres. Guerra a los presupuestos de la guerra.
Por el gobierno de los trabajadores y el socialismo.