Nuevamente el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las mujeres oprimidas de todo el mundo se pondrán en pie y saldrán a las calles a reclamar por sus derechos y sus vidas. La lucha de las mujeres en todo el mundo son la punta de lanza contra las expresiones más reaccionarias del capitalismo como los Trump, Bolsonaro, Piñera, Erdogan y tantos otros… es decir la expresión más descompuesta del capital. Objetivamente la lucha de las mujeres es la avanzada en la lucha por la emancipación de todo tipo de opresión, contra el capitalismo.
El año pasado el 8M en España se destacó por un nivel nunca alcanzado de movilización con una huelga general de las mujeres en defensa de sus derechos y de su propia vida, huelga que las direcciones burocráticas de CCOO y UGT quisieron rebajar a un paro de 2hs. Esta masiva movilización que colapsó y desbordó la organización en numerosas ciudades se destacó entre las más masivas a nivel internacional. Durante este año el balance de la situación de las mujeres no es mejor sino por el contrario ha habido retrocesos. ¿Porque entonces los sindicatos y las organizaciones feministas y la mayoría de los partidos de la izquierda han bajado la intensidad de la lucha?
Este año salvo en algunas comunidades como Andalucía no habrá huelga, las direcciones de los principales sindicatos CCOO y UGT ya antes de las elecciones y de la investidura habían dispuesto una tregua. Numerosos colectivos feministas y sindicatos se opusieron a la convocatoria a la huelga con distintos argumentos como por ejemplo que este 8 de marzo cae en domingo. Sin embargo como algunas reconocen la diferencia está en que hoy los reclamos se dirigen contra un gobierno de “progreso” que promete defender los reclamos de las mujeres. Sin embargo como ha ocurrido en otros temas las medidas del gobierno son más cosméticas que algo realmente efectivo, la nueva ley de igualdad sexual es una serie de reformas que aumentan las penas y añaden figuras penales.
Aunque resulte una paradoja precisamente en España, en los colectivos que nuclean a las mujeres, los sindicatos como también varias organizaciones de izquierda, se negaron a denunciar a los principales enemigos de la mujer, pilares del estado monárquico-franquista, como son la iglesia, la monarquía y el propio estado armado sobre la judicatura derechista y franquista, todo en aras de la unidad y la transversalidad. Consignas como “fuera la iglesia de las escuelas y del estado”, “por la expropiación de sus bienes”, “fuera la monarquía”, “por la elección democrática de jueces y fiscales”, están ausentes de las declaraciones.
Algunos partidos y grupos de izquierda llaman a “exigir que el gobierno cumpla” a “presionar al gobierno” lo que lleva a pensar que este gobierno ha venido a cumplir los reclamos de los y las trabajadoras y no a apuntalar el régimen monárquico-franquista, ¿cómo puede cumplir el gobierno con las demandas de las mujeres y de los trabajadores con el andamiaje judicial del franquismo, con la ultraderecha enquistada en el sistema judicial, con un monarca como jefe de estado? El gobierno PSOE-UP va en el sentido contrario y tira fuegos artificiales para darse una aureola progresista para ocultar su objetivo real, rescatar al régimen del 78 en crisis.
La lucha de las mujeres no es diferente a la lucha de clases que se desarrolla en toda la sociedad, la lucha de los y las trabajadoras despedidas de la industria automotriz, la lucha de las y los pensionistas, de las y los estudiantes, contra los desahucios, etc.
La lucha de la mujer trabajadora ha encontrado un obstáculo para poder, aunque más no sea, repetir el éxito del año pasado: delimitarse de las direcciones comprometidas con el sostenimiento del régimen y desarrollar una política de independencia de clase que no ponga límites a sus luchas. La transversalidad y la “unidad” basada en renunciar a los puntos más irritantes para el gobierno y el régimen terminan quitándole empuje a una lucha que en todo el mundo está creciendo.
Basta de feminicidios
Por la autorganizacion de las mujeres independiente del estado
Fuera la iglesia de la educación. Separación de la Iglesia del estado. Confiscación de sus bienes. Educación sexual sin injerencia de la Iglesia y del estado.
Por la unidad internacional de las mujeres en lucha
A igual trabajo,igual salario.
Guarderías infantiles en los lugares de trabajo y de estudio.
Basta de despidos cierres y ERE’s.
Por un salario mínimo interprofesional de 1.200 €
Basta de desahucios, expropiación de los fondos buitres.
Derogación “ley mordaza” y de toda la legislación represiva.
Fuera la monarquía.
Fuera las bases de la OTAN. Inmediato retiro de las tropas de los países en conflicto. No al golpe de Trump y sus aliados en Venezuela.
Asamblea en todos los lugares de trabajo, estudio y en los barrios, para preparar la huelga general.