La intervención de las fuerzas de seguridad de Marruecos el pasado viernes 24 de junio ha ocasionado la muerte de al menos 37 inmigrantes e innumerables heridos sub saharianos, entre el territorio marroquí de Nador y el de Melilla cuando un grupo de al menos 2.000 hombres desesperados intentó el cruce de la valla fronteriza del enclave colonial español en territorio africano. La mayoría de los inmigrantes provienen de Sudán y Chad, países que hace años están en guerra por lo que les correspondería la petición de asilo.
De acuerdo con varios testimonios reproducidos por los medios de comunicación las fuerzas de seguridad atacaron un campamento de inmigrantes en el monte Gurugú cerca de la ciudad de Nador amenazando a los acampados con más represión si no abandonaban el lugar. La acción provocó el intento de cruzar la valla a la desesperada que acabó en una masacre.
El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez tardó poco en felicitar la acción de las fuerzas de seguridad de Marruecos desde Bruselas el pasado viernes, y lo volvió a hacer el sábado en Madrid señalando que se había rechazado un intento de invasión de territorio español. Que la acción se haya desarrollado como una provocación para forzar el salto de la valla con una feroz represión preparada previamente no le ha llamado la atención. Tampoco ha llamado la atención al Consejo Europeo, cuyo presidente Charles Michel dio su apoyo a España y a la acción de Marruecos afirmando que en crisis migratorias hay que tomar decisiones complejas.
Esta nueva masacre por parte de la dictadura marroquí apoyada por el gobierno “progresista” y de “izquierda” de la coalición PSOE-UP precedió en pocos días a la cumbre de la OTAN. El sábado 25 de junio el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una entrevista publicada en el diario El País señaló que: “También tomaremos decisiones importantes relacionadas con el Sur y eso es particularmente importante para España y para otros aliados meridionales. España ha convertido el Sur en un asunto importante para la OTAN y la felicito por ello. El foco por supuesto está puesto en Rusia y en Ucrania. Pero no debemos olvidar las otras amenazas incluido el terrorismo o la inestabilidad en el Norte de África y en el Sahel”.
El domingo 26 de junio le tocó el turno al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declarar en una entrevista también a El País que: “Nada más normal que si hay un conflicto como el de Ucrania reforcemos ese flanco. España participa solidariamente en su refuerzo. Pero también hay amenazas desde el flanco sur que el resto de aliados reconoce. Y estoy seguro de que el Concepto Estratégico tendrá en cuenta estas amenazas.” En la siguiente respuesta Albares señala que “Cada vez más las amenazas del Sur son las amenazas rusas del Sur.” La sucesión de acontecimientos y declaraciones en vísperas de la cumbre de la OTAN ponen de manifiesto que la muerte de los inmigrantes resultado de la acción brutal de las fuerzas de seguridad de Marruecos juega un papel decisivo en apoyo a la tesis Española frente a la OTAN, la necesidad de abrir un Flanco Sur.
Esta súbita necesidad de abrir el Flanco Sur sigue al reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental. Lo que se pretende es sumar a la guerra de Ucrania el conflicto militar latente que mantiene Marruecos con Argelia, pero también al resto de los países del norte de África y del Sahel para llevarlos a la órbita directa de las necesidades del imperialismo norteamericano, y en segundo lugar su socio menor la Unión Europea (UE).
Es inevitable que un conflicto internacional como la guerra de la OTAN en Ucrania fuerce a un realineamiento de todos los frente en conflicto. Es la lógica propia de una guerra mundial no declarada. Pero el presidente Sánchez ha tomado la delantera en esta operación por relación al Norte de África en la expectativa de que su vertebración en la extensión de la guerra le brinde un punto de apoyo ante la descomposición de su propio gobierno que tras las elecciones andaluzas es un cadáver insepulto a la espera de la chispa que desencadene una crisis irreversible. Lo que Sánchez es incapaz de entender es que su disolución en las estrategias de la OTAN no es una tabla de salvación para su gobierno, sino un verdadero acelerador de esa crisis. La eventualidad de una guerra entre Marruecos y Argelia, objetivo último de Washington, solo puede acelerar la crisis económica y social de España
Mientras tanto otro de los objetivos es que se considere la migración como un problema de seguridad nacional que será combatida por los ejércitos como si se tratara de un conflicto bélico que deberá ser respondido por la vía militar. La UE viene de señalar en un documento de 27 páginas que Europa debe estar atenta a las consecuencias de la “hambruna catastrófica” en el Norte de África que supondrá un incremento de la protesta social, importantes desplazamientos internos y una ola de migraciones. El documento señala a Egipto,Yemen, Jordania, Líbano, Libia, Marruecos y Túnez como epicentros de la crisis y a Ias naciones mediterráneas de la UE como los principales afectados. Como en realidad ha sido hasta ahora para España, Italia y Grecia.
Hay que recordar que la tragedia de Tarajal, en un intento de entrar a nado en Ceuta en 2014 en la que murieron 15 migrantes en medio de una actuación poco clara de la Guardia Civil en territorio español, fue bajo el gobierno del PP con Mariano Rajoy en la presidencia, y acabó con los autores materiales y políticos absueltos. Pero también hay un antecedente durante el actual gobierno. En el 2021 6000 personas según la prensa cruzaron la frontera mientras el gobierno “de progreso” desplegaba las fuerzas represivas devolviendo a Marruecos 2.700 migrantes según los informes.
Esta acción se hizo en nombre de la soberanía nacional, argumento que también utilizó el secretario general del Partido Comunista de España y Secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago. El pretexto para estos despropósitos fue que Rabat habría facilitado la entrada de los migrantes para expresar su rechazo a la acogida de un dirigente del Frente Polisario, Brahim Gali, enfermo de Covid en un hospital español. Como se ve hay una continuidad política entre los gobierno del PP y los del PSOE, a lo que se suma Unidas Podemos, en una línea común de defensa de los intereses de la clase capitalista y del imperialismo.
Ya antes de la pandemia las gigantescas olas migratorias protagonizadas por masas desesperadas de todos los continentes batían el récord de lo que se vivió durante la segunda guerra mundial. Ahora en el marco de la guerra de Ucrania esto irá en aumento con las hambrunas y la agudización de los conflictos bélicos en diversas regiones. La OTAN o sea el imperialismo norteamericano junto a la Unión Europea y distintas alianzas como la AUKUS, y los gobiernos capitalistas títeres del mundo, deberán hacer frente a sucesivos levantamientos populares que pretenderán acabar con nuevas masacres. Se trata de lograr el control de todos los rincones del planeta para sostener al capitalismo en descomposición imparable.
La cumbre de la OTAN se desarrollará en un ambiente de estado de sitio, las organizaciones que están preparando protestas se encuentran con todo tipo de trabas y prohibiciones. El presidente Pedro Sanchez, mientras ahonda en la crisis de su gobierno, se ampara en la política exterior y de defensa que, de acuerdo con el pacto de gobierno de la coalición, es atribución exclusiva suya según declaró la ministra de Trabajo Yolanda Díaz perteneciente a UP. Con ese pretexto Sánchez toma decisiones sin consultar a sus aliados de gobierno, ni por supuesto al parlamento.
El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre los territorios saharauis, el envío de tropas y pertrechos a la guerra, el aumento del presupuesto militar, son algunos ejemplos. No es algo exclusivo del gobierno español. La crisis capitalista, con la guerra como su última expresión, no puede ni siquiera guardar las formas democráticas. Estas les estorban y abandonan hasta el teatro detrás del cual las aparentaban. Se inclinan hacia formas autoritarias del poder. Es por ello que en contra de sus promesas este gobierno no ha derogado las Ley Mordaza. Ante esto UP ya ni siquiera protesta. El PSOE ha comprendido que Unidas Podemos está dispuesta a ceder ante cualquier arbitrariedad bajo el pretexto de las atribuciones presidenciales y mirará para otro lado.
La izquierda agrupada en Unidas Podemos utilizaba como chantaje político frente a las críticas que recibía la afirmación de que era necesario frenar a la derecha y que peor sería un gobierno del PP. ¿Pueden decir lo mismo ahora? Las declaraciones de Sánchez ¿En qué se diferencian de las del dirigente de Vox, Santiago Abascal? Los activistas de UP deberían reflexionar sobre esta realidad en la cual sus formaciones dan la cobertura de izquierda a verdaderos desmanes desde el punto de vista de los más elementales derechos democráticos. La jugada del Flanco Sur, de la que Sánchez espera recibir un fortalecimiento ilusorio, está destinada al aplastamiento de cualquier sublevación obrera y popular en el Norte de África y en el Sahel además de ser funcional a un eventual enfrentamiento militar de Marruecos con Argelia y cortar las corrientes migratorias a sangre y fuego.
El gobierno PSOE-UP inaugurará la cumbre de la OTAN ofrendando 37 vidas más que aunque tronchadas a manos de las fuerzas de seguridad de Marruecos, contaron con el apoyo del gobierno español. Un balance sangriento que pretende reforzar la propuesta del nuevo “Frente Sur“. Este es un ejemplo más del carácter mundial de la guerra de Ucrania. No está en juego la soberanía de Ucrania o la defensa “de la gran nación rusa” sino que se trata de una guerra por la hegemonía directa del imperialismo en todo el planeta en su desesperada carrera por sostener el capitalismo en crisis terminal.
Los trabajadores tenemos que trabajar por una salida a esta barbarie construyendo nuestro propio partido para luchar por el fin del capital, por el gobierno de los trabajadores y por el socialismo.