El mensaje de sólo dos minutos que Jair Bolsonaro pronunció en la tarde del martes pasado no desmontó el escenario golpista en Brasil. Bolsonaro avaló a los golpistas. Respaldó las “legítimas” manifestaciones fascistas de “indignación” frente a la “injusticia” del proceso electoral. La represión a los bloqueos, ordenada por la Justicia, es ejecutada por las fuerzas estaduales y la hinchada de Corinthians, no por los efectivos federales. En las rutas, los seguidores bolsonaristas aludían a la “inconstitucionalidad” de un presidente electo ´criminal´. En dos minutos de mensaje, Bolsonaro dejó planteada la línea rectora del golpe postelectoral, la denuncia de corrupción contra Lula y la alternativa de abrirle un juicio político.
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