El “gobierno de progreso” cava la fosa de las pensiones públicas

Los pensionistas rechazan el Pacto de Toledo

Por un verdadero plan de lucha unitario de las plataformas de pensionistas

Con la salida a la luz de las recomendaciones del Pacto de Toledo (PdeT) ha quedado claro cuales eran las intenciones del gobierno y del arco parlamentario desde la izquierda a la derecha, junto con las direcciones sindicales de CCOO y UGT. Las ilusiones puestas en que el gobierno, o más precisamente su “ala izquierda” de Unidas Podemos (UP), frenara este ataque a las pensionistas y a la clase obrera, quedó quebrada. Las pretendidas presiones, las entrevistas con grupos parlamentarios, las presentaciones de firmas y las promesas quedaron barridas por la realidad: el gobierno junto con su “ala izquierda”, con la derecha y los traidores de CCOO y UGT respondieron a las exigencias de la banca, del Ibex35 y de la UE, no a las demandas de los pensionistas.

Como han dicho algunas compañeras/os, “lo más doloroso es que UP traicionó y decía que estaba para pelear por lo nuestro, que estaba para frenar a la derecha”. El rol de UP fue una traición en toda regla, ha sido consciente y deliberada, son un verdadero “caballo de Troya” dentro de nuestras organizaciones, por lo tanto sacar el balance de esta experiencia es fundamental para seguir nuestra lucha. El Grupo Independencia Obrera (GIO) señaló desde la formación de la coalición de gobierno que la función de UP era “ayudar” con su pose izquierdista para que las medidas antiobreras que tomara el gobierno pasaran. Son los sapos que Pablo Iglesias advirtió que deberían tragarse. Pero esto no reduce un ápice la naturaleza de la traición porque UP adoptó compromisos públicos sobre las pensiones que ha tirado por la borda.

Quedó demostrado entonces que la división en dos COESPE, donde participan mayoritariamente tanto Izquierda Unida como Podemos, fue una maniobra artificial para dividir cualquier resistencia a lo que se venía, a tal punto que hoy en día las dos organizaciones plantean exactamente lo mismo, en las charlas los ponentes de ambas COESPE son los mismos y en las asambleas se aprueban las mismas acciones. En resumen la división fue funcional a los intereses del gobierno y sus planes de privatización porque han debilitado al movimiento.

El papel de UP como el de las direcciones sindicales no ha terminado aún, siguen trabajando para el mismo fin, esta es otra demostración de que no fue un error, que son conscientes de lo que hacen. Pero como decíamos UP y las direcciones siguen su trabajo dentro de las plataformas. La línea política es ahora culpar al ministro Escribá, a la banca, a la UE, y a otros “conspiradores” por el PdeT, pero no decir nada del verdadero artífice del plan que es el gobierno ni de sus fieles escuderos de UP. Como si Escribá actuara solo y no fuera un ministro o sea un mandado del gobierno. El plan es no enfrentar al gobierno. Todo esto se traduce en que no hay un verdadero plan de lucha y se vuelven a repetir las concentraciones y actividades rutinarias y testimoniales que acaban desgastando a los activistas por la falta de perspectivas de triunfo.

Y aunque parezca una burla algunos repiten los mismos argumentos: “sería peor si estuviera la derecha” ocultando que la derecha sí está con el gobierno contra las pensionistas y contra los trabajadores. Por otro lado oculta la permisividad del gobierno a la derecha, a sus manifestaciones en la calle, su actividad conspirativa en la judicatura, en las recientes declaraciones de 73 mandos militares en situación de retiro asumiendo las posiciones de Vox donde propone “fusilar a 26 millones de h de p”. Ni el jefe de estado o sea el rey, ni el gobierno, han tomado alguna medida efectiva contra estas declaraciones, simplemente comparemos como actúa el gobierno ante los desahucios, protestas o simples declaraciones contra la monarquía o la iglesia y como actúa con la derecha.

Las puestas en escena de enfrentamientos entre el gobierno y la derecha en el parlamento o en los medios tiene el fin de ocultar sus complicidades. El gobierno tiene objetivos comunes con la derecha, la diferencia es el ángulo de ataque pero todos están de acuerdo en ir contra nuestras conquistas. Las leyes antiobreras y antipensionsitas fueron votadas tanto por el PP como por el PSOE, la novedad es que ahora se suma UP. Está claro entonces que ni el gobierno ni su ala izquierda frenarán a la derecha, a la derecha hay que enfrentarla pero sin darle apoyo al gobierno que la deja hacer, denunciando su rol encubridor.

El argumento de que no hay que remover el pasado para lograr la unidad, esgrimido en asambleas de plataformas de pensionistas, es justamente lo contrario. Es necesario sacar conclusiones claras de la traición de UP porque lo que provocó la división en la lucha y su desinfle fueron las ilusiones en el gobierno y en en su “ala izquierda” que justamente operaron para dividir y frenar las movilizaciones. Un primer balance de esta experiencia es que el movimiento de lucha de los pensionistas no puede atar el carro a los partidos del régimen ni a sus instituciones sean de derechas o de izquierdas. El lema “gobierne quien gobierne las pensiones se defienden” tiene que ser aplicado a rajatabla y no limitar las críticas a Escribá, a la banca o al presidente del Banco de España. El nudo de la cuestión es hacer ese balance y no actuar como si nada hubiera pasado, que es lo que UP intenta.

La unidad se construye sobre la verdad, sobre el debate abierto haciendo análisis de las experiencias pasadas y no repitiendo como un mantra acciones y posiciones que ya han pasado una prueba de fuego y por lo tanto hay que reorientar el movimiento para no caer en la parálisis.

Las recomendaciones del PdeT son la punta de lanza de todo un ataque contra la clase obrera: quieren profundizar las contrarreformas laborales, profundizar la precariedad, recortar las ayudas, las prestaciones por desempleo, quitar las indemnizaciones por despido, es decir volver un siglo hacia atrás. Por lo tanto nuestro programa tiene que incorporar las reivindicaciones centrales del conjunto de los trabajadores. Y el plan de lucha tiene que dirigirse a lograr la participación del conjunto de los trabajadores:

*No a los Eres, no a los Ertes, pleno empleo con un SMI de 1200€.

*Ocupación de todo centro de trabajo que cierre o despida y su funcionamiento bajo el control de sus trabajadores/as.

*Asambleas de bases en cada sindicato, en cada empresa, para votar un plan de lucha en defensa de nuestros puestos de trabajo de nuestros derechos, no al Pacto de Toledo y sus recomendaciones, no a la privatización de las pensiones. Por la defensa del sistema público.

* Igualdad de salarios y pensiones para mujeres y hombres.

*Libertad a los presos políticos. Fuera la ley mordaza.

*Contra los recortes, contra las privatizaciones en la sanidad, en la educación, defensa del sistema público de pensiones devolución del dinero a la SS. Por un pensión mínima no inferior al SMI.

*Por comités de control sanitario en cada puesto de trabajo, distribución gratuita de los materiales necesarios para la protección sanitaria para todas y todos.

* Vacunas y PCR y materiales de protección gratuitos para todos y todas.

* Por todo esto, asambleas en todos los lugares de trabajo, estudio y en los barrios, por una huelga general.

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